Viernes, 26 de Abril de 2024
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SAMUEL ROA BOTELLO
Semana del 24 de Julio al 30 de Julio 2015

Octavio: De traidor a redentor

Octavio: De traidor a redentor



Con el orgullo herido de no haber sido candidato a Gobernador y con la sombra de haber operado en contra de su partido el PAN en las pasadas elecciones, el ex munícipe y actual Senador de la República, busca ser cabeza de un proyecto para restructurar la dirigencia estatal

Hace poco más de tres años, se llevaron a cabo las elecciones internas del Partido Acción Nacional para diversos cargos, como suele hacerlo este partido cuando hay que definir las candidaturas. Los resultados fueron muy interesantes y arrojaron luces sobre las dinámicas internas de un blanquiazul aún impactado por la pérdida de la gubernatura tres años antes.

Como toda organización, el PAN no es homogéneo. Desde afuera se ven facciones que aquí en el estado, suelen replicar las del PAN nacional. Para bien o para mal, el acceso al poder cambia el balance de fuerzas e intereses y los afines se van juntando.

Así, hemos visto desfilar al "Movimiento Integral Huasteco", que en su momento, liderado por Eugenio Govea, capitalizó el profundo descontento de los panistas del interior del estado, con los "curros" de la capital, que despreciaron una y otra vez a huastecos, altiplanenses y de la Zona Media y les negaron el acceso a espacios de partido y de diputaciones pluris, cuando ya había la posibilidad de ganarlas. O sea, "todo paÂ'ca".

Después de Govea, vino un camaleón político, que lo mismo anduvo con Francisco Salazar, que con Govea, con Marcelo, con Zapata y que finalmente se hizo de gran influencia, como aparente cabeza del famoso "Círculo Azul", el actual diputado Juan Pablo Escobar, hombre pragmático y calculador que ha sabido moverse para donde el viento sopla y que ha mantenido el control del PAN potosino durante muchos años.

En los movimientos del PAN, surgió también el Ingeniero Octavio Pedroza, un oscuro empleado de un empresario de la capital. Fue regidor con Alejandro Zapata y después fue instrumento usado por el propio Zapata para eliminar políticamente de la contienda interna por la capital a su amigo y compadre, Eduardo Castañón; con eso, Pedroza se granjeó un enemigo.

EL GOLPEADOR DE ZAPATA

También fue el golpeador usado por la facción zapatista para denostar a Marcelo de los Santos cuando este último le ganó a Zapata la candidatura a la gubernatura (que a la postre obtuvo), con varias cartas llenas de bilis y vitriol y enviadas a medios de comunicación.

Aun con el apoyo corporativo del ayuntamiento panista, Octavio apenas ganó la presidencia municipal, con las puras uñas, en la votación históricamente más baja en porcentaje para el PAN de la capital, contra el Calolo. Sobra decir que la relación Marcelo-Octavio como gobernador y presidente municipal, fue todo menos tersa y no hizo mucho, siempre pretextando que De los Santos no le ayudaba.

Dejó un municipio sin dinero, con pocas obras y con el tremendo problema (que aun subsiste) de un rastro TIF inservible porque no quiso asumir el costo político de ubicarlo en donde el proyecto ejecutivo marcaba y por cobardía ante un grupo de pobladores de la delegación La Pila, lo pasó a una ubicación inadecuada, con falta de caminos y de agua. Solo la tibieza de su sucesor, Jorge Lozano Armengol, lo salvó de enfrentar un proceso penal y administrativo.

Fue tal la ineficiencia del conocido como el "Presidente Chiquito", que ni siquiera pudo aspirar a otra posición al concluir su mandato. Sin embargo, el grupo zapatista al que en su momento perteneció, lo animó a buscar tres años después el quinto distrito federal, considerado el más panista del estado y cheque en blanco para el PAN. En un distrito que supuestamente se llevaría de calle, sacó menos de 5 puntos de diferencia y ya como diputado buscó posicionarse de una manera lamentable e infructuosa con Josefina Vázquez Mota, de quien presumía era su operador en el estado, pero que nunca le hizo caso.

SU DERROTA EN LA INTERNA DEL PAN

Habiendo probado las mieles del presupuesto, nuevamente se alió con Zapata y entró a la contienda interna por las candidaturas para el Senado. Compitió contra Pedro Pablo Cepeda (quien sufría un desgaste con el grupo que siempre lo apoyó, porque nunca cumplió acuerdos); Enrique Trejo (apoyado por los ex goveistas y por Juan Pablo Escobar); y Sonia Mendoza, quien en ese entonces también era diputada federal por el distrito de Matehuala.

El exceso de confianza, su actitud sobrada y de desprecio con los panistas que no eran de la capital y la misoginia que expresó varias veces contra su compañera diputada, le cobraron factura y quedó en segundo lugar, lo que le quitó la seguridad de entrar al Senado (pues por los históricos de votación, era muy improbable que las primeras fórmulas tanto del PAN como del PRI quedaran fuera) y lo obligó a hacer campaña. Dicen los que saben que literalmente lloró de rabia cuando supo los resultados finales de la elección panista.

Gracias a que la propia Mendoza llevó a cabo una intensa campaña en todo el estado, Acción Nacional logró el triunfo en la elección senatorial, por lo cual Octavio logró entrar y se quedó fuera la priísta Victoria Labastida. A partir de allí, el ex edil de la capital desplegó sus esfuerzos con las cúpulas de constructores y de los medios, haciéndoles creer que tenía la candidatura a la gubernatura en la bolsa. Para ello, traicionó a Zapata, quien también quería acceder a ella y trató de dividir al grupo que en la capital los apoyaba.

Al ver que en una elección interna no podría ni con su nuevamente compañera, ahora en el Senado, Sonia Mendoza, (quien se mantuvo prácticamente en campaña durante dos años y medio), ni con el propio Zapata Perogordo, quien contaba con el apoyo del PAN nacional; y merced a una probable y oscura negociación con su amigo y antes subordinado, Octavio Galindo, hizo una pataleta pública acusando a todos de conspirar contra él y se retiró de la contienda.

OCTAVIO, EL JUDAS PANISTA

Sin embargo, perdió su credibilidad y prestigio cuando se reveló que la dirigencia nacional de su partido le ofreció la opción de Â'regalarleÂ' la candidatura mediante una designación, pero creyendo que el candidato sería su ex jefe de policía y no queriendo medir fuerzas con el, mantuvo su traición evidente al blanquiazul y no aceptó.

Ya en el proceso, dijo que apoyaría solo a Xavier Azuara para la presidencia de la capital (al que sin embargo también traicionó, cuando declaró a los medios que Soledad, -gobernada por el hijo del rival de Azuara, el "Pollo" Gallardo- era la mejor administración del estado, dañando la campaña del tanquianense); y a su protegida Ángeles Rodríguez, para obtener el mismo quinto distrito federal conocido como "la pluri potosina".

Así, antes y durante la campaña, abiertamente dijo que no apoyaría el esfuerzo panista por obtener nuevamente la gubernatura, porque la candidata era Sonia Mendoza. Asimismo, a varios panistas y empresarios no partidistas, los instó a apoyar al candidato del PRI, lo cual, por cierto, debería ser sancionado por su partido, pues trabajó claramente en contra del PAN.

En fin, en esta reseña, pudimos contar al menos cuatro traiciones de quien rápidamente se está convirtiendo en el "Judas potosino", después de ostentarse como el Mesías salvador. Pero desgraciadamente, eso parece hacerle el poder a quienes les falta fundamento político, ético y moral.

 


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