Emsavalles| | Lunes, 23 de Junio de 2025| 09:09
La banda regia reunió a 18 mil personas el sábado por la noche en la Arena Ciudad de México, para celebrar su resistencia y longevidad dentro del ska mexicano
Los 30 años de la banda de ska mexicana Inspector no influyeron en el desarrollo de su show en la Arena CDMX, el sábado.
El grupo no entró en solemnidad, sólo apareció en la tarima y en automático comenzaron a tocar para 18 mil personas, en una de esas veces, que son escasas, en que la Arena se ocupa hasta la última butaca.
Los gritos eran ensordecedores desde el primer momento en que los músicos, vestidos elegantemente, aparecieron a ojos de todos, bailando, gozando y divirtiéndose.
Pero pese al ruido, la música conservó el protagonismo. Con una batería potente, agresiva y los metales, es decir, las trompetas, el saxofón y el trombón, infaltables en una banda de ska, eran nítidos.
Fidelidad que provocó que todo el público comenzará a bailar de principio a fin, doblando las rodillas, llevando el cuerpo hacia el suelo sin inclinarlo demasiado y moviendo los brazos de arriba hacia abajo. O caminando y bailando al mismo tiempo, y no faltaron quienes comenzaron los empujones y el intento de slam que nunca terminó de formarse del todo por la cantidad de público que había amontonada en la pista.
Inspiracional, Convaleciente y Sin rencor fueron los primeros clásicos del grupo en sonar, y el público no dejaba de bailar, de brincar y de cantar junto a la voz grave y la actitud bromista del vocalista Big Javy, que estaba sudando dándolo todo en cada canción, y también sin parar, un tema tras otro, sólo deteniéndose algunas veces para agradecer a su gente.
Nos conocemos desde hace un chingo de tiempo, 30 años juntos, es un chingo de tiempo. Gracias de verdad. Gracias infinitas, mi querida raza", dedicó Javy.
Para entonces, la euforia en el público era desbordante, aunque no se había llegado ni a la mitad del concierto todos respondieron a Big Javy emocionado en el escenario sin quitarse los lentes oscuros el grito de "Inspector, Inspector, Inspector", que dejó sin palabras al vocalista regio, que prefirió responder como mejor sabe, con un clásico como Brindo Por ti.
Al terminar ese tema, nuevamente el líder de una de las bandas más populares del ska mexicano se quebró al darse cuenta de la cantidad de gente que habían metido a la Arena CDMX.
Es impresionante estar aquí arriba, se me va la voz, se me quiere ir el corazón, veo tanta raza hasta arriba tan precioso chingao, perdón el sentimiento, pero es bien bonito, estamos muy agradecidos, venimos a hacer fiesta chingada madre", insistió.
La fiesta continuó con más y más clásicos, como Te he prometido, un tema reggae; No piensa en ti y hasta Osito dormilón, antes de que la banda comenzará a presentar sus nuevas canciones como Serpientes y escaleras y hasta un tema completamente instrumental emulando lo más clásico del género con Araña Ska.
Fue después de este popurrí de temas mashup combinado de nuevas producciones, Big Javy aprovechó para también dedicar este toquín de tres décadas a un personaje que fue fundamental cuando comenzaban su carrera.
Gracias a Pepe Lobo por recibirnos en aquellos tiempos del Alicia, cuando recién comenzábamos. Creemos que sin tu figura, sin tu apoyo no estaríamos aquí disfrutando, y ante tantas personas", exclamó.
También hubo momentos para covers en ska, como Bésame mucho interpretada por Andrea Bocelli, hasta Aunque no sea conmigo, un tema clásico de Celso Piña todo antes de que Big Javy estuviera al borde de las lágrimas, sintiendo el final del show cerca.
Me quedo callado viéndolos y viéndolas, porque quiero recordar toda mi vida esto", dijo el vocalista y tomó un momento para reflexionar sobre el final que, aunque puede que no sea pronto, es consciente de que llegará en cualquier momento.
Esperamos hacer música por mucho más tiempo algún día nos vamos a retirar, pero algún día voy a estar en mi casa y me voy a acordar de estos momentos y sí voy a llorar, uno tiene sentimientos, pero que bonito recordarlo chingada madre".
Después del momento emotivo, ahora sí, el cierre con broche de oro, lleno de más canciones que se corearon por las 18 mil personas, como Amnesia, Me estoy enamorando, que Big Javy bailó con un muñeco de peluche réplica que le lanzó el público en sus manos.
Pero el momento cumbre, el más importante, donde se formaron los círculos de baile, los empujones, y hasta volaron los vasos llenos de cerveza desde un público que había estado tranquilo durante todo el show, pero se destapó con Amargo adiós, que despidió la noche muy lejos de la amargura y la nostalgia, llena de codazos al aire y rodillas retorciéndose en el slam.
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