Semana del 12 de Abril al 18 de Abril de 2013

Autodefensas: Justicia por propia mano

Autodefensas: Justicia por propia mano

Simón Vargas Aguilar

El filósofo Thomas Hobbes escribió que "la guerra está ligada a los tiempos en los que no hay garantías suficientes de paz, en los que gobierna el miedo a causa de un equilibrio inestable y frágilmente obtenido".

Bajo esta premisa, con los rostros ocultos y armados con pistolas, escopetas, armas de alto calibre y palos, hicieron su aparición diversos grupos de autodefensa, quienes ante la creciente incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad de la sociedad, decidieron hacer suya esa función, de exclusiva competencia del Estado, para proteger a sus familias y sus bienes.

Y es que, desde el pasado primero de diciembre, la violencia asociada al narcotráfico y al crimen organizado ha mantenido una tendencia a la alza; registrándose mil 758 muertes violentas en hechos presuntamente relacionados con la rivalidad entre grupos criminales, sin contar la cifra negra. Por otra parte, el Instituto de Política Pública James A. Baker III de la Universidad de Rice señaló que la violencia podría disminuir en la administración de Enrique Peña Nieto, pero que esto no ocurrirá en el corto plazo.

Mientras tanto, en un clima de zozobra e inseguridad, los grupos de autodefensa continúan proliferando a lo largo del país. Al respecto, diversos medios han señalado que hasta el momento hay alrededor de 45 grupos: 20 en el estado de Guerrero, 6 en el Estado de México, 4 en Michoacán, 3 en Morelos, 2 en Oaxaca, 2 en Veracruz, 2 en Chihuahua, uno en Jalisco y representantes de 11 municipios de la Sierra Madre de Chiapas acordaron constituir sus "batallones de autodefensa civil".

Estos grupos, en zonas rurales e indígenas, responden a un vacío institucional y a la prueba de que la política en materia de seguridad no está dando resultados positivos. En este sentido, Francisco López Bárcenas, abogado especializado en derecho indígena, ha resaltado que una de las consecuencias del surgimiento de estos grupos es "el reconocimiento público y manifiesto de la crisis de estado de derecho y de la incapacidad de las instituciones para brindar seguridad a la población".

Y es que, el surgimiento de estos grupos es un asunto de seguridad nacional ya que "si se continúan extendiendo se pueden generar condiciones de mayor ingobernabilidad" en un territorio que se encuentra asolado por la violencia.

Además, no podemos dejar de lado que, como lo destacó la CNDH, "existe una línea muy tenue entre estas organizaciones y los grupos paramilitares con intereses distintos a la autoprotección, mismos que quebrantan la estabilidad de las instituciones".

A este respecto, conviene recordar que el Ejército detuvo a 34 personas originarias de La Ruana, Michoacán, quienes formaban parte de un grupo de autodefensa que operaba en Buenavista Tomatlán, y que de acuerdo a datos de inteligencia y al tipo de armas decomisadas habrían sido armados por la delincuencia organizada. Este es un riesgo que se puede correr si se permite que grupos de esta naturaleza se constituyan.

Las autoridades deben tener en cuenta la experiencia colombiana, país que sufrió el fenómeno de las autodefensas, las cuales surgieron por la "desprotección por parte del Estado hacia los ciudadanos, quienes decidieron armarse y combatir a la guerrilla". Pero, si bien surgieron como respuesta al debilitamiento del Estado para garantizar la seguridad, terminaron desvirtuándose y convirtiéndose en paramilitares.

Hoy, en México, nos encontramos con diversas instancias de seguridad pública y de procuración de justicia con serias deficiencias y limitaciones; un Estado al que fuerzas paralelas le disputan el poder, situación que ha derivado en un contexto en el que -como señala Thomas Hobbes- "nada es injusto ni moralmente reprobable, en donde el ciudadano es libre de emplear su fuerza y hacer justicia por propia mano".

Hoy, resulta urgente replantear las políticas públicas sobre seguridad pública y procuración de justicia y consolidar las instituciones que edifiquen proyectos para formar ciudadanía. Es tiempo de que los ciudadanos recuperemos la confianza en el estado de derecho.

*Presidente de Educación y Formación con Valores A.C. y Analista en temas de Seguridad, Educación y Justicia