Felipe de Jesús González
En la página oficial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) hay un video en el que la organización magisterial dice "Sí a un sistema de evaluación integral.
Sí a un sistema profesional docente. Sí a un sistema de gestión educativa. Sí a garantizar los derechos laborales de los maestros. Los maestros que sí queremos la reforma educativa, porque sí queremos cambiar a México".
En el sitio web de la Sección XXII del SNTE, que es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aparecen, en cambio, "los acuerdos, tareas, pronunciamientos y plan de acción emanados de la Asamblea estatal permanente" del sábado 6 de abril de 2013, que son todas las actividades de resistencia en Oaxaca y en la ciudad de México para rechazar la reforma educativa aprobada por el Congreso.
Tras la detención de la profesora Elba Esther Gordillo, se definieron claramente dos visiones, dos formas de actuar, dos caminos diametralmente distintos: de aquél NO de Elba Esther Gordillo a la vinculación de las evaluaciones, a la permanencia laboral de los maestros, hoy en el SNTE hay un SI casi incondicional, mientras que la CNTE mantiene una radical negativa a la reforma y amenaza en convertirse en un intermitente conflicto político-social.
El actual dirigente del SNTE, Juan Díaz, vive un verdadero reencuentro con el gobierno de Enrique Peña Nieto y con los demás órdenes de gobierno, que se refleja en reuniones con el secretario de Educación, con el titular del ISSSTE, con gobernadores como el de Jalisco y hasta con el rector de la UNAM.
En un video que también destaca en el portal del SNTE, Juan Díaz dice que los objetivos de la reforma se pueden conjugar con las garantías laborales de los maestros. "Nosotros los vamos a defender en el diálogo con la secretaría, sin tomar las calles ni radicalizar nuestras posiciones. La certeza laboral debe mantenerse. Desde 1943 hemos sido institucionales y al servicio de la sociedad, de nuestros alumnos. Este objetivo se va a mantener."
Para llegar a este punto, EPN necesitaba neutralizar a la profesora Gordillo, quien con su actitud amenazaba con radicalizar su posición en contra de la reforma. Por eso el gobierno envió a la ex dirigente del magisterio a una cárcel de la ciudad de México.
Y, como era de esperarse, los profesores adheridos a la CNTE llevaron su postura al extremo, con toma de autopistas y choques con la policía federal. En Guerrero conformaron una organización social con intereses más allá que los sindicales, mientras que en Oaxaca y Michoacán alistan ya las medidas de presión en contra de los gobiernos local y federal.
Ante estos dos caminos asumidos por el SNTE y la CNTE el gobierno decidió retomar el cauce institucional con los dirigentes de la primera organización, mientras que respecto a la segunda, ya anunció la aplicación de la ley a los líderes, el uso de la fuerza pública para evitar afectaciones a la población y descuentos económicos en caso de ausentarse del salón de clases.
Un conflicto, dos caminos. ¿El resultado será un mejor nivel educativo para los niños mexicanos? Aquí no debe haber más que un solo camino.
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