Semana del 21 de Agosto al 27 de Agosto de 2020

Encuestas electorales: ¿Engaño o tendencia?

Encuestas electorales: ¿Engaño o tendencia?

La "encuestitis" es un fenómeno que conforme se acercan los tiempos electorales, es un instrumento de análisis o de medición de los aspirantes a un cargo de elección popular.r.

Todo personaje político con aspiraciones electorales, recurre a las encuestas como forma de medición de diversos factores, desde el conocimiento hasta la popularidad o los puntos negativos. Las hay de todos tipos, desde las casas encuestadoras serias hasta las que cobran según el lugar en el que quieras aparecer.

Un artículo de la página questionpro.com, afirma que no se puede obtener un voto en la urna sin entender al votante que lo emite, por lo cual las encuestas electorales pueden ayudar a conocer lo que piensan o sienten los posibles votantes, permitiéndonos comprender a los electores.

"Así como una encuesta bien diseñada puede ayudar a recopilar información sobre la satisfacción del cliente, también nos puede ayudar a conocer las intenciones y opiniones de los votantes, lo que significa que un candidato comprenderá mejor cómo elaborar sus políticas y plataformas para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Esto les permite evaluar tanto el panorama político como la viabilidad de una candidatura".

Una encuesta seria bien realizada, puede convertir datos cualitativos en datos cuantitativos, para finalmente transformarlos en decisiones que impacten en la percepción de las personas respecto a algún candidato, partido o elemento relacionado a la política y elecciones.

"Debido a su gran popularidad, las encuestas se usan frecuentemente durante los procesos electorales para conocer la tendencia que existe entre los candidatos a un puesto de elección popular".

Si bien estas afirmaciones aplican para las encuestadoras de renombre y que tienen estudios serios, existe otro tipo de consultoras de las que simplemente no se conoce siquiera su organigrama. También han proliferado encuestas en redes sociales que van dirigidas para beneficiar a cierto personaje.

Las encuestas electorales, incluso de algunas casas encuestadoras serias, también ya se realizan en plataformas digitales para tratar de abarcar más población, y los usuarios pueden recibir la encuesta a través de distintos medios, como el correo electrónico, vía telefónica, aplicaciones móviles o páginas de internet de uso único.

En momentos como este en el que se encuentra San Luis Potosí, las encuestas que de todos lados han salido y la mayoría discrepan en los punteros, influyen para la toma de decisiones y la selección de candidatos que requiere de evaluar el nivel de conocimiento, preferencia partidista, empatía y percepciones de la población.

Un punto a tomar en cuenta, es que los resultados de las muestras no pueden generalizarse ni pensarse como permanente, pues la opinión pública es cambiante. Ahora mismo las encuestas se basan en supuestos aspirante y plantean diversos escenarios con base en quienes podrían aparecer en las boletas. Por eso los porcentajes de indecisos son altos.

Lo que sí es una realidad, independientemente de quienes punteen, es que ir arriba en las encuestas facilita que la gente ponga atención en una campaña, en las propuestas y en los reportes de las actividades de los aspirantes o candidatos. Aunque también conlleva un riesgo de poner bajo los reflectores o uno u otro personaje político.

LA AUTORIDAD ELECTORAL TAMBIÉN ESTÁ ATENTA
Un artículo publicado por la Secretaría Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral (INE) en su página de internet, habla sobre la regulación de encuestas electorales y sondeos de opinión. Detalla que derivado de la Reforma Político-Electoral de 2014 las atribuciones en cuanto a la regulación de las encuestas electorales, sondeos de opinión, encuestas de salida y conteos rápidos se fortalecieron y se integraron novedosas disposiciones que se encuentran establecidas en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE), así como en el Reglamento de Elecciones.

"El principio central de la regulación de encuestas electorales ha sido, desde sus inicios, la transparencia y la máxima publicidad. La autoridad electoral, al hacer pública la información sobre el cumplimiento o incumplimiento de las obligaciones en la materia, ofrece a la sociedad los insumos necesarios para que se pueda valorar la calidad de las encuestas, y en consecuencia, contribuir a la construcción del voto razonado y de una opinión pública mejor informada".

El INE mantiene también una obligatoriedad para quienes publican encuestas sobre preferencias electorales, pues deben entregar el estudio completo que respalda los resultados dados a conocer a las autoridades electorales según el proceso del que se trate.

"El objetivo de la regulación mexicana en materia de encuestas es que quienes ordenen o publiquen encuestas y sondeos de opinión detallen su metodología sobre aspectos tales como tamaño de muestra, nivel de confianza, margen de error y tratamiento de no-respuestas, además de las fechas de levantamiento, el fraseo de las preguntas cuyos resultados se publiquen, y a partir de 2012, la entrega de la base de datos con las variables publicadas".

Es aquí donde entra la polémica con la proliferación de encuestadoras que limitan sus resultados a los intereses de quienes las realizan, pues con todo lo que se explicó en torno al proceso para su realización, limitar los resultados a solamente posicionar a ciertos personajes con el fin de influir en las decisiones de los electores, acaba de convirtiendo los meses previos a la elección, en una lucha de egos.
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