Semana del 15 de Julio al 21 de Julio de 2016

Los quelites, herencia de nuestros alimentos ancestrales

Los quelites, herencia de nuestros alimentos ancestrales

Rocío del Carmen Aguilar Roa

Los quelites quilitl (náhuatl), Puebla: cal'unit, ka (totonaco), huauquilitl (nahua), xidha (otomí) y San Luis Potosí; kithal toro, je' pal (tenek). Destacan dentro del amplio conjunto de especies vegetales utilizadas ancestralmente en la alimentación prehispánica por diferentes pueblos mesoamericanos debido a su alto valor nutricional, su amplia adaptabilidad a condiciones ecológicas estresantes para otros cultivos y la extensa gama de formas de aprovechamiento, muchas de las cuales continúan vigentes, particularmente en las comunidades rurales en las que aún se practica la agricultura tradicional. Eran muy apreciados y consumidos por los Teuhquilitl, es decir, la élite o clase gobernante. Es necesario retomar los quelites y conocerlos, así apreciaremos por qué fueron usadas desde tiempos prehispánicos y entenderemos porque poco a poco fueron desplazadas por otras verduras introducidas por los españoles, como la lechuga.

En el México prehispánico existía una ceremonia llamada renovadora que se celebraba en el mes de enero, la cual se festejaba con tamales de quelites conocida como el huauquiltamalcuzliztl. Por lo que, al sincronizar los rituales prehispánicos y europeos con quelites, es que podemos observarlos en las comidas de cuaresma. Los invasores europeos no aceptaban las plantas no cultivadas y nos trajeron otras plantas como reemplazos.

Los quelites son originarios de nuestro país, están en climas cálidos, semi-secos y templados desde el nivel del mar hasta los 2600 m. Esta planta silvestre, crece a orilla de caminos, en terrenos de cultivo de maíz, alfalfa y huertos familiares. Actualmente son utilizadas en el país 244 especies, de 121 géneros pertenecientes a 46 familias botánicas y su consumo está distribuido en todo el territorio nacional. Contienen alto valor nutrimental (mayor al de la lechuga, espinaca o las acelgas, más comunes en la dieta) y su precio es más económico.

Entre los beneficios de estas plantas se encuentran su alto contenido en fibra, vitaminas C y D, hierro y potasio en cantidades mucho mayores que las verduras europeas, además de que su forma de cultivo se da dentro de la milpa como segunda o tercera cosecha. Los quelites aportan a la dieta diversidad en olores, sabores y texturas, así como diversos nutrimentos, principalmente vitaminas y minerales. Por lo que tienen gran potencial como posibles cultivos. Dentro de la cocina mexicana existen elementos invaluables por su diversidad, calidad y economía, donde se trata de aprovechar lo que la naturaleza nos brinda y los quelites son un gran ejemplo.

Algunos de los quelites más conocidos por todos nosotros son: la chaya, el quintonil, los romeritos, el chipilín o chepil, el chayote, los berros, las verdolagas y el pápalo quelite. Se pue¬den co¬mer cru¬dos, co¬ci¬dos, asa¬dos, fri¬tos, gui¬sa¬dos o al va¬por, tam¬bién son usa¬dos co¬mo con¬di¬men¬to. Se les puede preparar como entremeses, empanadas y pastes, hay quintonil confitado (hojitas cristalizadas). Se pueden usar en ensaladas frescas y sopas, y una gran variedad de guisados, desde los más sencillos hasta lo más elaborados, como la lasaña de quintonil. Los romeritos, son muy ricos en proteína, tanto que pueden llegar a sustituir a la carne.

Al quelite se le emplea con frecuencia en problemas del aparato digestivo. En la Ciudad de México se le utiliza contra el dolor de estómago, y en Sonora contra la diarrea, para lo cual se aconseja usar hojas y ramas; se toma como agua de tiempo, aunque también puede aplicarse como baño. Asimismo, se sugiere hervir la planta junto con la flor de granada, para ingerirla si se padece dolor de espalda y de pecho, o revolver las hojas con grasa de gallina si es dolor de ovario. Además, se hace uso de esta planta en irritación de la boca y la garganta, hemorragias intestinales, menstruación excesiva e infecciones de la piel. Por último, mejora la circulación de la sangre, desinflama las venas y hemorroides, ayuda a bajar el colesterol, ayuda a bajar de peso, mejora la memoria y las funciones cerebrales, y combate la artritis y la diabetes.

Hasta aquí con este breve repaso de los cinco principales alimentos ancestrales que nos fueron heredados junto con todos sus beneficios, de los cuales se habla ahora como si fuera un descubrimiento reciente y de moda. Pero recordemos que son nuestros, son nuestra herencia ancestral.

Hasta pronto y que su corazón siempre este contento.