Jueves, 18 de Abril de 2024
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Semana del 15 de Julio al 21 de Julio de 2016

Romualda: "La compositora huasteca"

Romualda: "La compositora huasteca"

Alfredo Lara Álvarez



"De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera....." Cuco Sánchez.

Con pasos firmes, con pocas dolencias y sin necesidad de lentes, a sus 82 años de edad, doña Romualda Tenorio Guerrero, entona todavía algunos pedazos de canciones, "de las viejitas", como dice ella, de las que de antaño, "de las llegadoras, que hasta sacan la lágrima", madre de 9 hijos y casada a sus 14 años de edad, sigue sintiendo esa pasión por cantar, esa voz que le permitió hacerse de recursos para sacar adelante a sus hijos, lanzándose a la aventura, arriesgándose en lugares que sólo eran para hombres, o eso se pensaba, la vida le ha permitido vivir de todo un poco y simplemente "ha gozado", así define su vida, la vida que gran parte dedicó a cantar, y un tiempo cantar para subsistir, época que le fue apuntado ese sobrenombre, la compositora huasteca.

"De puerto en Puerto" y "Puerto de ilusión", al estilo de las Hermanas Huerta, entre muchas otras clásicas, eran los "palomazos" que se aventaba doña Romualda, quien a sus 30 años de edad, fue dejada por su marido por otra, con sorna lo dice, lo que la orilló a recurrir a ese talento nato, el que de familia obtuvo, pues gran parte de sus parientes cuentan con el mismo don, llegando hasta una de sus nietas, Esperanza Tenorio, quien actualmente canta en los autobuses y en algunos centros de diversión, sea cual sea la chamba, heredando no solo la voz de su abuela, pues también compone canciones y saca sus propios acordes; Doña Romualda, quien a esa edad tuvo que trasladarse al Puerto de Tampico, buscó no fama ni fortuna, sino la forma de sacarlos adelante, llevándose al mayor de ellos que para ese entonces había quedado invidente, pero aun así, ambos cantaban y entonaban las melodías juntos, para aquel personal de los barcos que llegan a los muelles, mientras comían, escuchando esas viejas canciones.

COMPAÑERA DE TODOS, DUEÑA DE NADIE

Su talento, esa voz que aún puede escucharse entre las carrasperas notas que todavía producen sus cuerdas bucales, la llevaron a ser la envidia de varios, y el anhelo de otros, pero ella no estaba interesada en buscar otro marido, sino sacar adelante a sus hijos, solo así, sin embargo, pudo hacer muchos amigos, compañeros cantantes, incluso algunos a nivel nacional, uno que otro músico o guitarrista que en algún momento que compartieron juntos, se le ocurrió apodarle así, "la compositora", y como es originaria de Valles, "la compositora huasteca", no dejaba que la llamaran mucho así, dice, pues nunca compuso nota alguna, sólo cantaba, entonaba sus notas, de todo tipo, rancheras, tradicionales, y "de las que los hacían llorar", dice, de las de olvido, muchas de ellas las conocía, otras, las tuvo que aprender, pero al final de cuentas, las tonadas más que salir de su boca, salían de su corazón, las sentía, según explica, las hacía sentir a sus atentos escuchas.

Su hijo, Ramón Tenorio Guerrero, le ayudaba a tocar la jarana, un viejo instrumento que lograron adquirir, para emocionar más a sus clientes, y que sintieran más las canciones que la delgada y bella chica de la huasteca, les entonaba con gracia y estilo.

LAS LÁGRIMAS DE "LA MIJITA" ANTE LA DESPEDIDA DEL MIMO

Años después, volvió a su terruño, a la Ciudad que le vio nacer, solo para poder subsistir de nuevo sola, pero ahora sus hijos le apoyaban como podían, trabajaban ya, así que un par de ellos decidieron quedarse en el puerto jaibo para salir adelante y poder enviarle algo a su "jefecita", para que no padeciera mucho, sin embargo, nada la detuvo al buscar trabajo en una hacienda que en esos tiempos era de las más conocidas en la región porque además era de un famoso a nivel nacional, la del "mimo de México", Mario Moreno, el que junto con su esposa, le llamaban todo el tiempo "mijita", a quien le apoyaban cada que venían de vacaciones desde la Ciudad de México, le traían zapatos, vestidos, a una de las muchas jovencitas que realizaban labores de limpieza y de la cocina en esa gran hacienda, la de El Detalle.

Fueron los años mozos de Romualda, o algunos de ellos, ya que no parece infeliz, ni angustiada, sino más bien satisfecha con su vida, sus vivencias y experiencias, con su casita, la que pudo recuperar después de algunos años que se fue de la puerta grande de la huasteca potosina, y durante ese tiempo, en la Hacienda de Cantinflas, pudo saber lo que eran gustos que antes no pudo darse, para después, tener que llorar con sus canciones, nuevamente, al darle la despedida al gran actor y su familia, al retirarse de esta región, de su rancho, de sus tierras, de todo lo bello que disfrutaba cada fin de semana que venía a descansar de su ajetreada vida de actor.

SIN NOMBRE OFICIAL, EL HURACÁN HILDA Y LA PALABRA DE DIOS.

A pesar de su edad, sus problemas de asma, y achaques de la edad "aquí estoy, vivita y coleando", declara triunfante, pues ha podido seguir con el poco apoyo que le puedan dar todos sus hijos y otros familiares, lo que le lleva a preocuparse por obtener una entradita extra, pero hay un problema, no tiene nombre oficial, el Huracán Hilda, que causó inundaciones en gran parte del país, inundó su vivienda, ubicada en la colonia Emiliano Zapata, destrozos que dejaron cientos de miles de damnificados, incluyéndola a ella, y sus familia completa, arrebatándole también, su identidad, pues todos sus papeles personales, fotos y lo que pudiera identificarla, se los llevó Hilda, por lo que al intentar en repetidas ocasiones buscar ingresar al programa social de 70 y más, ha sido rechazada, pues apenas si buscaban obtener recurso para tramitar su acta de nacimiento, y con ella, todos los demás papeles.

Al volver de Tampico, luego de algunos años, hubo un reencuentro para ella, y cayó en los brazos de quien la enamorara por primera vez, Don Vidal Reyes Briceño, quien le había abandonado una vez, pero no lo volvió a hacer, pues se quedó con ella, hasta que falleció hace unos 9 años, después de haber celebrado bodas de plata y de oro, después del largo ajetreo de una vida juntos, y después de las verdades y las traiciones, Doña Romualda, volvió a ser libre, así lo dice, entre contenta y resignada, así lo dice, "libre como la paloma", y no es que no haya tenido más propuestas, según dice ella y su familia, pero ya no, ya no quiere "hacer sufrir a más hombres", con risa nerviosa asegura.

A pesar de que algunas canciones se le olvidan, o parte de ellas, todavía entona muy bien las estrofas de esa canción del tamaulipeco Cuco Sánchez, "de piedra ha de ser la cama....", pero ya no mucho, pues hace un par de años, decidió involucrarse en la religión, como ella le llama, y cantarle a Dios, puros cantos cristianos le gusta entonar, pero no le quita el gusto por ofrecer unos pedazos de canciones de las viejitas.... "ella anda ausente, yo bien que adoré, apasionada por ese querer, hoy tomo en cuenta que fuiste traidora, la mancornadora de mi corazón...."

e-mail. alfreso.lara.alvarez@gmail.com

 


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