Viernes, 12 de Diciembre de 2025
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Semana del 12 de Diciembre al 18 de Diciembre de 2025

El mismo ayer hoy y por los siglos

El mismo ayer hoy y por los siglos

Héctor de Luna Espinosa



El escritor del Salmo 102 nos comunica que Dios existió siempre, que creó los cielos y la tierra, y que, aunque la creación cambia, Dios no. Les leo el Salmo 102, los versículos 24 al 27:

"Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días; por generación de generaciones son tus años. Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; y todos ellos, como una vestidura, se envejecerán. Como un vestido los mudarás y serán mudados; pero tú eres el mismo y tus años no se acabarán."

A causa de esas verdades universales, el escritor de este salmo, al igual que nosotros, podemos confiar en que Dios cumplirá sus promesas. Él no cambia de parecer: lo que dijo hará; lo que prometió, cumplirá. No fallará.

Luego, en Hebreos capítulo 13, versículo 8, nos afirma: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos." El pasado, el presente y el futuro. Ayer, en el pasado, vimos la obra salvadora de Cristo muriendo por los pecadores. Hoy Jesús está intercediendo delante del Padre por los creyentes. Y luego dice "y por los siglos"; vemos el reino eterno de Dios y a Él regresando en gloria, no muy lejos de este día, como Él lo prometió.

Hebreos 9, versículo 28, dice: "Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan." Jesucristo nunca cambia; es eternamente fiel. Por eso los creyentes podemos tener gran confianza en Él y en sus palabras.

Jesucristo es el mismo; su naturaleza es inalterable, a lo cual los teólogos llaman inmutabilidad, por lo que se puede inferir de su deidad, incluso si no se hubiera dicho explícitamente. Dios no cambia con el pasar del tiempo, así que tampoco lo hace Jesús, que es Dios. Su naturaleza inmutable proporciona una medida para toda conducta cristiana. No debemos esperar algo completamente nuevo, como si hubiera un "nuevo Jesús". La naturaleza de Jesús, como se revela en la Biblia, es la misma naturaleza de Jesús que debe ser vista en la iglesia moderna.

A pesar de que los líderes humanos tienen mucho que ofrecer, debemos fijar nuestros ojos en Cristo, nuestro guía supremo. A diferencia de los líderes humanos, Él nunca cambiará. Cristo ha sido y será el mismo por siempre. En un mundo cambiante podemos confiar en nuestro Señor, que no cambia.

Acompáñame a orar: Señor Jesús, gracias por amarnos de tal manera que fuiste a tomar nuestro lugar en esa cruz, por pagar nuestras culpas, por venir a salvarnos, a rescatarnos, a darnos una nueva oportunidad de vida, por darnos grandes promesas que sabemos que cumplirás. Tú no cambias y tus palabras permanecen para siempre. Amén.

 


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