Josh Allen se enfrenta a su ciudad infierno

Josh Allen se enfrenta a su ciudad infierno

Emsavalles| | Jueves, 20 de Noviembre de 2025| 13:55

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El quarterback de los Bills nunca ha podido derrotar a los Texans en Houston.

Josh Allen, mariscal de campo de los Bills de Buffalo.

Antes de que el avión despegara, Josh Allen recibió una noticia que a cualquiera le sacaría una sonrisa. El quarterback de Buffalo fue elegido como el mejor jugador de la Semana 11 y no era para menos. Allen logró una actuación monstruosa que incluyó seis touchdowns contra los Buccaneers que mostraron, una vez más, el alcance de un pasador que cuando entra en ritmo, reordena la liga. Aun así la felicitación tuvo un contraste inevitable. El vuelo obliga a Josh Allen a enfrentar un lugar que siempre le quita el aire. Houston es su ciudad infierno.

CINCO DERROTAS SEGUIDAS PARA BILLS EN SUS VISITAS A HOUSTON

Desde que Josh Allen aterrizó en la National Football League (NFL), nunca ha conseguido un triunfo frente a los Texans en Houston. La ciudad espacial es una pesadilla ya que los Bills acumulan cinco derrotas al hilo en este sitio y no ganan ahí desde 2006. Allen tiene marca de 0-3, sus estadísticas personales también son bastante malas. La ofensiva con Allen en el NRG Stadium apenas anota 17.3 puntos por partido con 43 de 93 pases completos (46 por ciento) para 479 yardas y un touchdown.

El partido del domingo pasado ante Tampa Bay dejó la impresión de que Josh Allen había encontrado un motor nuevo al lanzar 317 yardas con tres envíos a las diagonales y tres anotaciones rompiendo tacleadas y rompiendo el centro de la línea de golpe. Los Bills necesitarán a ese Allen para esta noche.

Con marca de 7-3, Buffalo sigue pegado a la pelea por el Este. Una caída en Houston dejaría un hueco difícil de tapar en diciembre tomando en cuenta que Patriots marcha con sólo dos derrotas. Una victoria daría respiro y abriría un tramo que por fin parece estable. El juego de hoy no se siente como un duelo más. Se siente como una prueba de carácter en la ciudad que siempre les ha cerrado la puerta. Los Bills han perdido los últimos cinco juegos en ese escenario. No gana desde 2006.

GABE DAVIS, UN ARMA CLAVE PARA JOSH ALLEN

Entre las armas que viajan con Allen se encuentra Gabe Davis. Después de un año partido por una rodilla lastimada en Jacksonville, regresó sin anuncio y atrapó tres pases para 40 yardas en su reaparición. Segundo ascenso desde la escuadra de prácticas. Su conexión con Allen nunca necesitó manual. Vuelve para empujar rutas, levantar coberturas y ofrecer un ritmo que sólo entienden ellos dos.

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Del otro lado Houston seguirá con Davis Mills mientras CJ Stroud avanza en la recuperación de la conmoción que sufrió el 2 de noviembre. Mills no pretende dominar el escenario aunque ha resuelto finales con calma de quarterback veterano. Dos victorias seguidas con él al frente de la ofensiva.

Buffalo tuvo su segundo mejor partido aéreo del año con esas 317 yardas que sólo quedan detrás de las 394 en la Semana 1 contra Baltimore. Allen encontró a sus receptores en ocho ocasiones con jugadas de 20 o más yardas. Estas jugadas explosivas partieron a Tampa Bay y explican por qué el equipo lidera la liga con 50 jugadas explosivas. Allen promedia 10.6 por intento cuando encuentra espacios abiertos y aprovecha cada rotura de cobertura.

LA DEFENSIVA DE TEXANS, UNA APLANADORA DE ESTRATEGIAS RIVALES

Houston ofrece el tipo de defensa que arruina cualquier plan en papel. Permite 258.1 yardas por juego y provoca muchas entregas de balón, una situación alarmante para los Bills ya que cuando Allen lanza dos o más intercepciones, el resultado casi siempre se alinea con la derrota. Buffalo deberá sostener el ritmo con James Cook como aliado. Cada que anota el corredor, Bills gana.

Sean McDermott llega con 100 victorias en el bolsillo entre temporada y playoffs. Esa experiencia será útil en una gira de dos semanas que se abre en un estadio donde la historia reciente siempre juega en contra.

Allen aterrizó en Houston con el brillo de su mejor versión que deberá mantener para vencer a una de las mejores defensivas y ganar en la ciudad que es su infierno.