Semana del 13 de Febrero al 19 de Febrero de 2015

Lozano y Azuara por la capital

Lozano y Azuara por la capital

Fernando Díaz de Leon C.

Por el interés y la pasión que despierta la elección del presidente municipal de la capital potosina, es momento de anticipar, en parte, el escenario político-electoral que viviremos los potosinos residentes en esta destrozada, abandonada y descuidada ciudad.

La lucha por alcanzar el gobierno de la capital, se dará solamente entre dos partidos. El PRD solo la verá pasar y el PRI y el PAN buscarán presentar su mejor oferta política para tratar de convencer a los capitalinos de que su propuesta será la mejor para nuestra ciudad.

El discurso opositor al partido que gobierna, será atractivo, alentador y esperanzador, y todo porque siempre es más cómoda, fácil y sencilla una retórica oposicionista que ser gobierno. La oposición, en este caso el PAN, aflorará todas las debilidades y errores de quien gobierna para prometer un mejor mandato.

Hasta ahora, los precandidatos del PAN y el PRI, Xavier Azuara Zuñiga y Juan Manuel Lozano Nieto, trabajan hacia el interior de sus partidos y en la organización de su estructura para arrancar con una difícil campaña que comenzará a principios de marzo. Ambos precandidatos, elaboran su propuesta y definen sus estrategias.

Pero, ¿Qué esperamos los potosinos de los candidatos de uno y otro partido? ¿Qué pudieran ofrecer que no hayan ofrecido otros aspirantes en anteriores comicios? ¿Cómo podremos medir la contundencia, la veracidad o la diferencia entre un discurso y otro? ¿Cuál será el peso específico de su propuesta de gobierno como para convencer a una sociedad incrédula y lastimada por la forma en que ha gobernado el PAN o el PRI?

Eso es justamente lo que presenciaremos los potosinos y entonces llegará el momento en que tendremos que decidir por cual opción votaremos el próximo 7 de junio. Los dos contendientes tienen su capital político y cuentan con luz propia para presentarse como la mejor alternativa para San Luis. De ellos dependerá obtener un buen resultado que legitime su llegada al palacio municipal.

Para Xavier Azuara, el discurso le resultará más sencillo. Tendrá material fresco y hasta de sobra para cuestionar a la administración priista encabezada por Victoria Labastida Aguirre y al gobierno de Mario García Valdez. El tema de la corrupción y la impunidad en el caso de la ex Alcaldesa le vendrá como anillo al dedo y con el actual presidente municipal tendrá elementos sobrados y suficientes para evidenciar al gobierno del PRI.

En contraste, el discurso de Juan Manuel Lozano Nieto, tendrá que ser más mesurado, más medido y más prudente. No podrá incurrir en el error en que cayó el actual Alcalde cuando prometió lo no podía cumplir ni ofrecer lo que resultaba inalcanzable realizar. Tampoco el “Meme Lozano” deberá callar o estar dispuesto a cargar con las pulgas del perro ajeno. Tendrá que fijar una postura clara y contundente respecto de los gobiernos priistas si es que abriga la esperanza o el deseo de convencer a los potosinos.

Los candidatos del PRI y el PAN, tienen todo para llegar. De la claridad en su propuesta y de la frescura de su discurso, dependerá que logren un buen resultado. En términos de oficio político, sensibilidad y humildad, creo que Juan Manuel Lozano Nieto comienza a colocarse por encima de su principal oponente Xavier Azuara que de pronto repite el pecado de la soberbia y el desdén.

Si el candidato del PAN está pensando que la capital potosina sigue conservando un voto cautivo seguro para su causa, estaría cometiendo un grave error. Xavier Azuara debe tener presente que en las últimas dos elecciones, gallones como Alejandro Zapata y Jacobo Payan perdieron frente al PRI. Tampoco debe olvidar que su partido vive una crisis interna que podría afectar su resultado.

Por lo pronto, uno y otro candidato apunta sus baterías y serán cruciales sus primeros posicionamientos. Quien en tiempo, oportunidad y espacio logre una mayor contundencia en su propuesta, será mano y tomará ventaja sobre el otro.

El PAN basará su oferta en función de los errores de otros, y el candidato del PRI tendrá que anticiparse para deslindarse y evitar el daño colateral que le significará el desprestigio de los gobiernos priistas; puede y debe de hacerlo. El cómo, es otra cosa.