Semana del 18 de Marzo al 24 de Marzo de 2016

¿Dónde están mis siervos?

¿Dónde están mis siervos?

Rodolfo del Ángel del Ángel

El mundo está envuelto por una profunda obscuridad porque los hombres están lejos de Dios. La corrupción parece dominar en una sociedad que, gradualmente, se descompone porque ha tenido en poco los valores eternos. El despotismo y el abuso de poder preside a aquellos que, enseñoreándose de los demás, han olvidado que los más grandes privilegios determinan mayores responsabilidades.

El hombre es el lobo del hombre. Hay muchas manos manchadas de la sangre de su prójimo, caínes que han olvidado que cada uno es guarda de su hermano.

Unos cuantos tiene una abundancia que ha condenado a la miseria y al hambre a muchos. Pueblos y naciones enteras se debaten en la más profunda pobreza porque algunos han creído que este mundo es su exclusiva propiedad.

Veo a muchos niños abandonados, con hambre, enfermedad, viviendo en villas miserias, en casuchas miserables de cartón. Eso es lo que más me duele, el dolor y la pobreza impuesta hacia los más débiles. Me entristece también ver también como los niños crecen en medio de la violencia y aprenden desde muy pequeños a llenar su corazón de odio.

Me duele ver como las mujeres son violentadas y los ancianos abandonados cuando la sociedad de producción los ha desechado. En este mundo mercantilista donde la producción es el dios (el gran ídolo postmoderno) no hay lugar para quienes no producen, por lo tanto son dados de baja como máquinas obsoletas e inservibles.

Yo me pregunto ¿dónde están mis discípulos? Aquellos que yo he llamado para ser la contracultura en el mundo. Aquellos que deben marcar la diferencia, los que deben iluminar los rincones oscuros de la sociedad porque son la luz del mundo, aquellos que deben preservar de la descomposición a la sociedad porque son la sal que deja sentir su influencia, los que deben ser ejemplo de cómo la grandeza está en la sencillez, y el que está encumbrado debe ser el servidor de todos y el menor de todos.

¿Dónde están mis discípulos? Aquellos que creen en la justicia y la viven promoviéndola en todos los órdenes de la existencia, los hacedores de paz que son la fuerza reconciliadora y redentora del mundo. Aquellos que construyen la esperanza en el mundo y que son mis manos y mis pies para caminar entre las personas por todas la ciudades, pueblos y aldeas proclamando la Buena Nueva, abrazando a los pecadores, a los solitarios y agobiados para anunciarles que el reino de los cielos se ha acercado.

Recuerda que la situación del mundo no se debe a que los malos hacen lo malo, sino a que los buenos han dejado de hacer lo bueno.

¿Quieres ser uno de mis discípulos? Ven en pos de mí, te necesito para llevar esperanza a la humanidad. Tú eres parte de mi proyecto, y te aseguro que es el proyecto ganador, sólo basta que lo creas y alegre y decididamente tomes tu cruz y me sigas.