Un conflicto de años por tierras y rutas de recolección de basura terminó en tragedia
Una investigación ministerial permitió desvelar una historia llena de tristeza, deshumanización e insensibilidad, pues el núcleo más fuerte de la sociedad: la familia, resultó ser el entorno perfecto para que perpetrara una hermandad homicida.
Apenas en abril pasado el Poder Judicial del Estado resolvió sentenciar a 26 años de cárcel a un hombre y 15 años a su hijastro, responsables de matar al hermano del primero hace casi 11 años, cuya historia demuestra que era cuestión de tiempo para que esta familia se asesinara entre sí.
De acuerdo con el proceso penal número 65/2023, todo se remonta a las 9:00 horas del 18 de agosto del 2014 cuando mediante la radio cabina de C-4, las autoridades tuvieron conocimiento del hallazgo del cadáver de un hombre en el camino que conduce al Cerro de San Pedro, a la altura de la zona de tolerancia del municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
El informe policial homologado señala que todo aconteció en la calle Cobre, a la altura del número 14-B de la colonia Minas de San Pedro perteneciente al municipio de Soledad de Graciano Sánchez, lugar que también era utilizado como establo.
En el sitio encontraron una camioneta Nissan, pick up, con redilas y estructura metálica acondicionada para basura con la leyenda en ambas portezuelas "Transformar a San Luis Benito Juárez 460, servicio de recolección voluntaria de residuos sólidos urbanos vigencia diciembre 2014", sin placas de circulación, engomado de Unión Campesina Democrática 14128.
A un costado localizaron el cuerpo sin vida de un hombre en posición decúbito dorsal con diversas lesiones, principalmente en el rostro. Tan es así que el dictamen pericial contabilizó 4 balazos y 7 heridas con arma punzocortante, las cuales también le produjeron fracturas.
Derivado de las testimoniales de algunas personas, pudo establecerse que la víctima fue asesinada por su por su hermano y el hijastro de este, derivado de viejas rencillas que mantenían desde hace años.
El asesinado, quien se dedicaba a la recolección de basura, se encontraba ese día a la espera de realizar sus actividades laborales cuando de forma sorpresiva arribaron los agresores, de los cuales solo el hermano fue quien le detonó la cabeza, sino que ya muerto lo siguió golpeando mientras su hijastro veía la escena dantesca, sanguinaria y con odio.
"Cuando terminó de vaciarle la pistola veo que se acerca más con la víctima y con la punta de la pistola le pega en la cara, y el muchacho se queda parado y alcancé a oír que le dijo "‘ya papá, ya déjalo en paz, ya vamos a entregarnos por lo que le hicimos’", pero ya no vi si él se acercó después porque yo me fui corriendo para avisarle a mi papá", dice una de las declaraciones.
DESCOMPOSICIÓN FAMILIAR
La desintegración de esta familia comenzó años atrás, pues el ahora sentenciado estuvo en prisión 11 años por matar a un hombre durante una disputa por una tierra en las Terceras, al norte de la capital, lo cual evidencia el nivel de irritabilidad y violencia que era capaz de cometer.
Según la declaración de la viuda, antes del día del crimen que le quitó la vida a su esposo, 2 días antes su marido y su hermano sostuvieron una riña, derivado el conflicto por unas propiedades y la recolección de basura.
Incluso, en la reyerta que protagonizaron en la calle Mariano Matamoros de la colonia El Morro, se registraron daños materiales, pues el hoy asesino quemó la casa del ahora occiso y 3 vehículos donde transportaba basura, todo esto en contubernio con sus hijos y varios pandilleros.
Previo a esto, las discusiones y encontronazos eran recurrentes, ya sea que el ahora sentenciado ingresara a la casa de la víctima a causar destrozos, le rompiera el parabrisas de sus camionetas o lo golpeara cuando se encontraba en la recolección de desechos. Todo ello finalizó el del 18 de agosto del 2014 con el homicidio de hermano.
Al final el hermano asesino fue sentenciado a 26 años y dos meses de prisión; y sanción pecuniaria de 25 mil 508 pesos, equivalente a 400 días de salario mínimo vigente al momento de los hechos; y su familiar como participe cómplice de homicidio calificado, 15 años de prisión y sanción pecuniaria de 19 mil 131 pesos, equivalente a 300 días de salario mínimo vigente al momento de los hechos.
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