La NFL convierte la nostalgia en oro puro

La NFL convierte la nostalgia en oro puro

Emsavalles| | Martes, 15 de Julio de 2025| 15:41

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Los jerseys alternativos, con tendencia retro, representan el 30 por ciento de ventas de la NFL

En la NFL el verano no es de touchdowns, es de lanzamientos. No de pases, sino de uniformes. Un desfile perfectamente organizado donde cada día un equipo se roba el centro del escenario con la misma fórmula: desempolvar viejas glorias, ponerles un toque moderno y convertirlas en mercancía de deseo.

Hoy fue el turno de los Buccaneers y los Chargers. Hace unos días, la mirada estuvo puesta en el casco blanco de los Saints. La semana pasada, la atención la capturó los Commanders con su regreso a la era de los Super Bowls. Y mañana serán Browns, después Steelers, luego Seahawks, Packers... cada franquicia tomando su turno, cada anuncio cuidado para mantener viva la conversación durante todo julio.

No se trata solo de dar gusto a los aficionados mayores. Es capturar un mercado que busca diferenciación, que colecciona momentos. Cada jersey retro es más que una prenda; es una pieza de historia con fecha de caducidad limitada y valor sentimental elevado. El efecto es inmediato: las camisetas alternativas representan hasta el 30 por cieto de todas las ventas de mercancía NFL, muy por encima del número de veces que aparecen en el campo.

En Tampa Bay, la nostalgia se pintó de naranja. Los Buccaneers no sólo anunciaron el regreso del guiño de Bucco Bruce, sino que lo hicieron en el contexto perfecto: 50 años de historia, una celebración redonda que se materializa en un uniforme que no salía al campo desde 1976. La camiseta blanca con números naranjas será la estrella en un juego de septiembre contra los Jets. Pero su verdadera función se cumplió desde el primer tuit: camisetas agotadas en preventa, videos virales, miles de comentarios de viejos aficionados rescatando recuerdos.

En Los Ángeles, los Chargers jugaron doble carta: dorado absoluto, una novedad que ni la propia franquicia se había atrevido a imaginar, y el regreso del azul marino de sus años de San Diego. Un combo perfecto para un equipo que, más allá de sus vaivenes deportivos, siempre entendió el valor del estilo.

La historia se repite con cada equipo. Los Commanders abrieron la veda con su look ochentero, un recordatorio de cuando la capital del país vibraba con campeonatos. Los Saints pusieron la lupa en el casco blanco, una rareza que transformará sus noches en el Superdome.

Nada de esto es casualidad. La NFL movió fichas desde lo más alto. Primero, amplió la cuota de apariciones retro: de tres a cuatro juegos por temporada. Segundo, liberó el uso de cascos alternativos, multiplicando las combinaciones posibles. Tercero, junto con Nike, activó el programa Rivalries: jerseys creados para un sólo partido, una sola ocasión, y un sinfín de ventas aseguradas. La nostalgia se convirtió en política de liga.

El verano de la NFL ya no es un letargo a la espera del kickoff. Es una pasarela. Una subasta de memorias donde cada franquicia cuenta su mejor historia a través de colores y escudos del pasado.