Emsavalles| | Lunes, 24 de Noviembre de 2025| 15:01
Cachirula y Loojan, Bad Gyal y Bellakath se robaron el segundo día del festival de reguetón más grande de la CDMX
La pista del Autódromo, escenario del Flow Fest cada año, se vio con la misma postal: telas mínimas que cubrían los cuerpos esculpidos y brillos metálicos que parecían competir con el sol.
Las morras caminaban seguras con sus sombras plateadas y labios delineados al estilo noventero; ellos, con lentes oscuros y jerseys colgando. Todo se movía al ritmo del bajo, incluso la fila del merch. No importaba a qué hora llegaras, ya sabías que el festival te iba a recibir como una bocina prendida al máximo.
Ayer, mientras avanzaba la tarde, la Curva 4 se convertía en un carnaval en el que cada quien buscaba su sombra, su foto o su trago, pero todos seguían el mismo ritmo que retumbaba desde los escenarios con Cachirula, De la Ghetto u Omar Courtz.
Mota y perfume en el aire, la mezcla que ponía en evidencia que nadie había venido aquí a comportarse. El ambiente estaba tan prendido que incluso los guardias movían la cabeza cuando el dembow golpeaba más fuerte. Esta vez la cacería fue menos agresiva.
Había quien llevaba semanas planeando el outfit perfecto y quien apenas se puso una gorra y decidió dejarse ir. Parejas desconocidas se encontraban por casualidad entre empujones, se tomaban de la mano un minuto y al siguiente ya estaban girando, bajando, subiendo, posando, perdiéndose otra vez entre el mar de cuerpos. Todo esto fue el Flow Fest puro, ese punto en el que todo se vuelve una fiesta donde caben todos.
CACHIRULA BAUTIZÓ EL SEGUNDO DÍA
Falditas cortas, peinados, maquillajes en las mujeres, pantalones tumbados con parches o diseños de rayos neón, playeras holgadas, tenis dunk, lentes oscuros y fleco en los hombres. Es siempre el tono del Flow Fest, que en su jornada de cierre en la edición 2025 estuvo aún más bellaka con la presencia en su apertura de Cachirula y Loojan, los reguetoneros que están subiendo como la espuma en plataformas y el próximo año llegan al festival Coachella en el desierto de Estados Unidos.
Una prueba de ese show se dio en el escenario secundario del festival de reguetón, donde decenas de bailarinas sensuales con vestuarios iguales, faldas entalladas y blusas en color vino, igual que Cachirula que se sabía las coreografías y caminaba mostrando su cuerpo orgullosa, pero alegre mientras cantaba la rolita de Cachubi, y Loojan siempre acompañándola en cada tema en los coros.
¿A quién voy a bautizar esta noche? Yo creo que a un chacalón", dijo la Cachirula antes de comenzar con Se pone bellaka, puro perreo grosero, como gritaban varios fans en el escenario, "¡ponte grosera, Cachi!", y así lo hizo la mexicana, invitando al escenario a la que llamó la reina del reguetón mexicano, Yeri Mua.
Que apareció bailando sin parar cantando Nasty con una minifalda rosa y un chaleco blanco para poder presumir el escote. Juntas bailaron dando vueltas y bajando hasta el suelo del escenario disfrutando el dembow. El público se puso a bailar después del grito.
Siempre pegaditos hombres con mujeres, mujeres con mujeres u hombres con hombres, todos vistiendo libres, frescos por el sol intenso que invadió el domingo en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez.
Después de perrear juntas, Cachirula y Yeri Mua se despidieron de beso, no sin que Cachirula y Loojan le expresaran su cariño: "Te queremos mucho, amiga", a lo que Yeri respondió: "Los amo, muchas gracias, Flow, ¡perreen mucho!".
Pero entre el público el clima ya había virado a otro terreno. La mariguana y la cerveza ya ponían a la banda más prendida, cantando y bailando más aún cuando El Bogueto apareció en tarima para cantar Uii, que apareció sin playera como había pedido previamente Cachirula.
Le voy a dar un beso de tres a quien se encuere primero esta noche, ya tengo el primer encuerado, papi, ¡uy papasito!", de pronto apareció así en el escenario el chacal más caro sin camisa, cuando entre el público ellos y ellas se habían despojado de playeras y blusas.
Antes de despedirse, entre el público un fanático le lanzó una playera a la Cachi, que la atrapó y la metió dentro de su bra para frotarla en sus pechos, después también se levantó la faldita e hizo lo propio para después devolver la playera al público, que fue jaloneada por quienes querían conservarla.
PISO 21 PONE POP AL DEMBOW
El contraste llegó en un acto especial que ofreció el grupo colombiano Piso 21 que, aunque siguió en la línea del reguetón, lo hizo con su estilo propio, mucho más cercano al pop, cantando además al amor.
El grupo tuvo en su compañía además músicos en vivo, baterista, guitarristas, que volvía la música más orgánica y nítida que otras propuestas. Y además un tecladista que reproducía los bajos de cada tema, que repasó éxitos como Me llamas, Déjala que vuelva y Puntos suspensivos. "Nosotros somos colombianos, pero nos sentimos mexicanos, incluso mucho más que muchos mexicanos. Somos mexicolombianos, nos encanta la música regional, el tequila y la salsa verde", expresó uno de los vocalistas, David Escobar, que se llevó el grito de cariño de los miles de fans que estaban pendientes de su participación en la concurrida edición del Flow Fest.
Pero como acto especial también presentaron algunas de sus principales colaboraciones como Pa’ olvidarme de ella con Christian Nodal, hasta Te Vi junto a Micro TDH, pero todo sin que ninguno de esos artistas se presentara en el escenario.
Para cerrar el grupo hizo algo que "nunca en la historia" habían hecho, según dijeron, cantar un tema de reguetón de otro artista, y se fueron a una de sus principales influencias para hacerlo.
Esta canción es de uno de los cantantes que más nos han definido como grupo", dijo Pablo Mejía, y entonces se arrancaron con un clásico, Te quiero de Nigga, el dominicano que hoy se hace llamar Flex y que marcó a una generación con sus letras románticas en la primera década de los dos mil.
SECH Y UN CARRUSEL DE ÉXITOS
Al piano, como en su videoclip más exitoso, así apareció Sech, con una lámpara iluminando desde arriba, él ahí sentado cantando y tocando en un enorme piano de cola, siendo el único reguetonero en esta edición que apareció con un piano y desempeñándose en la voz como pocos, pero además lanzando clásicos modernos, uno tras otro y un montón de colaboraciones.
Como ignorantes junto a Bad Bunny, o Loco contigo junto a J Balvin, hasta Si se da que tiene junto a Myke Towers, y una más con Bad Bunny y Mora, Volando, todas canciones que todo su público coreó de principio a fin, momentos del que todos querían guardar un recuerdo grabando desde su celular.
Tiempo sin verlos, me siento increíble, espero que la pasen excelente, ¿cuántos están listos pal party?", dijo después de cinco temas y entonces comenzó con un clásico más: "Yo te quiero pa’ mí, no te quiero pa’ más nadie, solo pa’ mí, no te comparto con nadie".
Detrás de él bailaban decenas de bailarinas al ritmo de los temas del boricua, que veía la reacción del público mexicano con diversión, pues no podía creer que después de que visitó en 2022 la capital y tardar tanto tiempo en regresar, la gente estuviera así de emocionada respondiendo con tanta energía, además con puras canciones de amor y desamor.
Se le ve continuó el repertorio cuando Sech se quitó los lentes oscuros y pudo apreciar mejor su nuevo aspecto físico, mucho más delgado, que le permitía además brincar y bailar por todo el escenario esquivando el fuego que salía de la base de la tarima.
BAD GYAL, LA JOIA DEL FESTIVAL
Guay fue el telón de entrada. Y la frase "Por culpa de mi madre [soy] así bonita" retumbó en el escenario principal y al instante Bad Gyal bajó la intensidad para dar rienda suelta a su presencia: libre, suelta, dueña del escenario, dueña del momento. Sus pasos eran de fuego; cada vez que alzaba un brazo o giraba la cabeza, parecía estar pintando el aire con su rubio cabello y su actitud desafiante. No había límites, no había otra voz que no fuera la suya, y México quedó rendido ante su dominio escénico.
Oye, México, ¿quién está listo para mover el culo hoy? ¡Vamos a disfrutar!", soltó, altanera, segura, mirando a su público como alguien que sabe que ha ganado antes de empezar. Cada que hablaba parecía una provocación: su voz era suave, pero potente, balanceándose sensual y descarada. Ahí empezó violenta, el bajo dejó de ser tenue y se convirtió en un temblor que recorría la espalda curva de Bad y la hacía moverse en armonía.
Las caderas de la española trazaban figuras imposibles mientras su cuerpo se estiraba, se contraía y se retorcía elástico. El espectáculo era la música, pero también visual; daba un giro, se ondulaba sensual; era una coreografía improvisada que parecía diseñada para el escenario principal del Flow Fest. El sudor brillaba en su piel y su sonrisa era un arma poderosa, la prueba de que tenía el control.
Cuando comenzó Qué rico, el ambiente cambió. Luces focales desde atrás la bañaron con un contraluz, marcando su silueta como si fuese una escultura. Su sombra danzó; el escenario se volvió su espacio más íntimo y vulnerable cantando más temas como Da me, Fiebre y Blin Blin.
Los asistentes, encandilados por estrobos, solo contemplaban. Algunos alzaban el celular para capturar su figura estilizada; cientos de mujeres y también hombres trataban de imitar sus movimientos. Para cerrar, Bad Gyal se quedó un momento en silencio, como para saborear los gritos de su nombre y ahí soltó Chulo y siguió destilando su presencia. Definitivamente, La Joia de la corona.
¡PERO BIEN JALADITO, MI NATA!
Con chupe y tabaco entre los dedos, Natanael Cano salió al escenario Coca Cola del Flow Fest 2025 bien romántico: abrió con Mi bello ángel y Ya te olvidé, un lindo cover tumbadote de la famosa canción de Rocío Dúrcal. Los corridos tumbados hicieron su aparición en el festival que, hasta casi las 23:00 horas, había dominado el perreo, pero, venga, había que amar, llorar y sentir que la tuba, las guitarras, las trompetas, los sax y la inconfundible manera de hablar de Nata arreglara los malos momentos con los cóvers de sus ídolos, como también lo hizo como O me voy o te vas, de Marco Antonio Solís.
El frío azoto, pero no pegó, ya había mucho pisto en el torrente y motivos para bailar las norteñas que el Nata sacó en su desértico escenario. Pero, bueno, ya mucho tributo, así que disparó con El F, que grabó junto a Junior H. Increíble la convocatoria que sigue teniendo, por algo es el Rey de los corridos tumbados, el que abrió todo para que los demás siguieran su ejemplo. Al cierre de esta edición, Nata había soltado Selfies Carnal, Como es arriba es abajo, Adrenalina y la locura que se vivió con Pacas de billetes.
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